20 de julio de 2008

La marcha de la esperanza

"Oh gloria inmarcesible, oh júbilo inmortal". Las gafas oscuras ocultaron de la muchedumbre dos goterones que se asomaron a mis ojos. Me emocioné al ver a un pueblo, que en el diario vivir es canibal, unido por un himno cantado al unísono , por el tricolor y por el desprecio a esa guerra que ha llevado sobre sus espaldas más de medio siglo. Las arengas contra las Farc y la animosidad de la gente me hicieron acordar de la marcha del 4 de febrero. Sin embargo sentí que algo había cambiado en la multitud y en mi. Las calles no olían a rabia ni a odio como en la primera manifestación. En cambio sentí un ambiente de celebración entre los presentes. Percibí fraternidad y respeto al otro. Vi a un pueblo alegre con la esperanza más viva que nunca de que pronto habrá una luz al final del tortuoso camino, una luz del color de la paz y la libertad. Descubrí el desprecio de los colombianos por la política y sus representantes. "Ojalá salieran masivamente como hoy pero a votar" pensé. No obstante entendí el sentimiento de un pueblo que ha sido pisoteado, otrora enviado a morir en batallas campales por hombrecillos de saco y corbata que desde escritorios en Bogotá jugaban al ajedrez, unos rojos otros azules, a ver quién se quedaba con la tajada más grande. Las prácticas políticas evolucionaron: ahora cada uno exprime de lo que le tocó lo más que puede generando la pobreza y consiguiente violencia que siguen matando al pueblo. Fue clara para mi entonces la razón por la que el colombiano del común no sale un domingo de su casa para votar comodamente pero si participa en largas, asoleadas y extenuantes marchas. Colombia una vez más se hizo sentir. Sus gritos llegaron hasta la húmeda selva, los interminables llanos, las imponentes montañas y los calurosos desiertos. Fue una sola voz de esperanza verdadera que había sido secuestrada por los violentos, como muchos desgraciados los están ahora, y que hoy se liberó para exigir la libertad de éstos y la paz de todos. Pd: Ahora que no vengan esos hps del noreste de Europa a decir que esta marcha también fue organizada por el "gobierno mafioso de Alvaro Uribe". ¡¡¡Brutos!!!

Letanía

Escribir es estirar las alas en el ancho cielo de la imaginación, encerrar pensamientos entre letras, que no vuelen libérrimos perdiéndose en el tiempo. En la angustia de tener tanto que decir, ignotos mundos para relatar fijos en las pupilas, el papel recibe la descarga tremenda de una retórica que llegó sin desaparecer. Duele el mundo en mi, en cada detalle que se pierde entre los vericuetos de la cabeza, en las ricas historias incompletas y las yermas noches de incansable ocio que en el extravío de banales ocupaciones desperdicié. Cada párrafo es un parir. Viene con sufrimiento y convulsiones de tan liviana memoria desterrante de momentos olvidados. He aquí lo que quiero contar, libre la palabra que encierra la letra, fresco el sentir que el pecho guardó.

¿Quién soy?

Estudiante de Comunicación Social y Filosofía. ricardotp@hotmail.com ---- ricohin

Para seguir. No escribo mucho