¡Y el blog se llama Mirada Crítica! Pero, ¿para qué mirar de forma crítica? La mirada es un sezgo de la realida, la crítica se expresa en palabras que artificiales en su naturaleza no expresan más que la mentira que la mirada desprevenida encuentra en un mundo representado en fonemas que no hablan de realidad. Pero, ¿hablar de realidad? ¡Que pedante! Pensar en realidad es hacer el ejercicio de despóticamente asentar mi mirada como algo que debe ser creíble cuando sus herramientas de formación son artificiales y abstractas en el mundo. El mundo que en mi escasa formación de significados es tan corto como mi capacidad de ser y renunciar a serlo no vale la pena. No hay que leerlo. Pero, ¿hablar de mundo? El mundo que conozco se queda en las palabras estáticas en el papel, calladas y grandiosas, impetérritas dictadoras contándome lo que necesito para creer que puedo hablar de un mundo que no he visto. Pero, ¿escribir en este blog? Si ando de Poker en Poker, mojando el ardor que no apaga el alcohol, que aviva la ciudad con su fauna de zancudos escurridizos, escurrida en las noches ocupadas en el fordismo académico, con la luna sobre la cama y los libros en la cabeza, el pasaje del bus con el mugre del bolsillo. ¿Entonces de qué vale leerme? De nada, nada aprendereis, nada os daré, ningún provecho sacaréis. Dedicaos a algo mejor. Haced dinero que es a lo que llama el mundo, ese que es falso desde que se expresa en lo artificial. Puta

Modernización en la Hawaiana

Ver la sala de exposición de la Facultad de Comunicación y Lenguaje durante Expo Javeriana (evento en que vienen estudiantes de colegio a decidir si quieren hacerse javerianos) hace pensar que se está entrando en un museo de tecnología cuyo único elemento llamativo es su inminente obsolencia. Más triste que la materialidad de los equipos anacrónicos sobre los escritorios es su función primaria: seducir a los incautos jovencitos de colegio; mostrarles que aquí hay modernización, deslumbrarlos con luces y destellos; hacerles entrar en una dimensión metaelectrónica; convencerles con máquinas obsoletas de que aquí llegarán al éxito. Me siento como un trabajador burocrático mirando en la pantalla mi olvidado blog mientras los colegiales pasan mirando. Imagino que pensarán que estoy muy ocupado diligenciando algún formato y que es mejor no interrumpirme... tal vez no les interesa el énfasis editorial. Es paradójico que mientras en las mesas se expone sobre los énfasis de estudio y que los expositores hacen énfasis en que la comunicación social es una carrera seria, el estruendo del reggaetón inunda el lugar y hace un ambiente de fiesta que desgraciadamente afirma lo contrario. No hay forma de ocultar que para muchos esta es la Pontifiesta Universidad Hawaiana... con modernización.