28 de diciembre de 2008

La sirena

Salió apurado del lugar queriendo tentar al destino, disimulando la prisa, intentando controlar sus ansias de verla. Era una noche caleña: salsa y aguardiente. Justo lo que le gustaba. Los ánimos se encendian al son de los timbales y la suave brisa venida de los farallones era paliativo al calor sofocante de la fiesta. Del baile y el goce sólo lo alejaba el recuerdo de esa muchacha grosera. Ella es sutíl, elegante y esbelta. Con acento caribe como canto de sirena. Hermosa por fuera y malvada por dentro. Desde que la vio supo que era así. Aquella noche bastó un mensaje, una invitación a encontrarse, para que perdiera la calma y se encaminara velozmente hacia ella. Eran las cuatro de la mañana. La circunvalar, con su serpentear sobre los cerros del oeste, estaba desierta. Era un mar de asfalto que lo llevaría donde la sirena. Ella ya había cantado y encantado. Llegó al sitio acordado, era una torre como ella: alta y delgada. Sin embargo, el destino, en su eterno juego macabro, le tenía preparado algo que no esperaba: ella no estaba ahi, se había ido. Era malvada, él lo sabía y no le importó. Por unos minutos se negó a creer lo que pasaba, la impotencia se apoderaba de él. Se odió a sí mismo: no le dolía lo que le había hecho. Lo que de verdad le atormentaba era no poder verla, no sentirla cerca ni respirar el aroma de su cabello, no hablarle al oido, no sentir su respiración y nunca volver a pasar sus labios tan cerca de los suyos que sintiera fuego debajo de la piel. No se volvieron a ver. Ella partió para su tierra, quizá un maravilloso lugar donde las sirenas viven rodeadas de mar. Nunca le dijo adiós. Él se quedó con un beso eterno en la boca, uno que era sólo para ella y que no podrá dárselo completo a ninguna otra.

17 de noviembre de 2008

La culpa es de los bancos

Por fin se cayeron las piramides, bueno, algunas de ellas. No se sabe cuantas hay y sólo con el derrumbamiento de un par de estas el país ha entrado en pánico. El gobierno ya decretó uno de esos estados de excepción que lo vuelven omnipotente para hacer, a pupitrazo, lo que sea que le de la gana. Destrucción, desorden, caos y hasta un suicidio a bordo, tal cual crisis del 29, ha dejado este carro loco Los cientos que otrora hacian fila afuera de improvisadas oficinas para reclamar los dividendos de su "inversión" se quedaron con el rabo entre las patas. Muchos habían ganado diez veces lo que habían metido, pero la avaricia no les permitió salirse del juego. Querían mas. Al fin y al cabo son humanos. Muchos ganaron, muchos perdieron. Viéndolo así, esto de las pirámides es sólo un sistema de redistribución del dinero. El problema es que esos que perdieron, y que metieron su dinero a sabiendas del alto riesgo, ahora dicen que los estafaron, que ellos no sabían lo que podía pasar, que quién les va a responder. Querían jugar, pero no estaban dispuestos a perder. Sin embargo, y a pesar de que muchos analistas le han achacado el crecimiento de las pirámides a la "idiosincracia traqueta del pueblo", la verdadera culpa la tienen el sistema financiero y la banca colombiana. Los exesivos cobros por servicios, los altísimos intereses, los ínfimos dividendos que le retornan a los usuarios por el dinero ahorrado y la crueldad con que cobran las cuentas pendientes son algunas de las características de nuestra banca, aquella misma que hace menos de una década, cuando estaba agonizante, salvamos con el dinero de nuestros impuestos. Las personas no quieren meter su dinero en una banca que los explota. Una banca que a pesar de tener ganancias astronómicas, ahoga a miles de usuarios con sus cobros. ¿Porqué las pérdidas de los bancos se democratizan, pero a la hora de dividir las ganancias pocos se quedan con éstas? La banca colombiana es como un cuervo: después de ser bien alimentado por el pueblo no le basta con haberle sacado los ojos, sino que parece no querer dejar un ápice de carne sobre sus huesos. Se cayeron unas pirámides, pero el problema de fondo no se ha solucionado y muchas otras surgirán. A menos, por supuesto, que una vez más el gobierno colombiano, como lo ha hecho sistemáticamente durante toda la historia, oprima la expresión del mal sin acabarlo de raíz. Al parecer, los opresores ganarán otra vez.

14 de noviembre de 2008

Escribo aunque no quiera

Hoy desperté extrañando a mi madre. Esta mañana ella no está ahi para mi. Me levanté mal dormido, enguayabado, con un cargo de conciencia tan pesado como el mundo. Me levanté con sueño, sin poder dormir. Sentí frío de sentirla lejos. Mis demonios otra vez me artormentan. Descubro que aún siguen ahí, en la mitad del pecho, apretando, señalando. No me dejan en paz. No me dejan dormir. Me hacen escribir. Escribo aunque no quiero. Mi cabeza da vueltas. Mi estómago es una fiesta. Tengo mucho sueño, pero no puedo dormir. Voy de un lado a otro en la cama, ocultándome de la luz, queriendo huírle a la vida. Queriendo huír de nuevo. Huír del pasado, de lo que se quedó en los recuerdos, de lo que duele. Correr de mí mismo. Alejarme de lo que sé que hice mal. Olvidar que mientras lo hacía sabía que no debía. Callar la conciencia. Señores, hoy extraño a mi mamá, pero sé que no quisiera estar con ella ahora. No podría mirarla a la cara, me enfermaría su desayuno y me molestaría su charla. Lo único que sería capaz de hacer es tomarla fuerte entre mis brazos. Lloraría amargamente.

29 de septiembre de 2008

El show de la política

La política en Colombia es un show. Es un espectáculo como las corridas de toros. Es igual de burdo y brutal. El político es el torero: con un trapo rojo en la mano para engañar y una espada debajo del brazo, bien afilada, lista para lastimar. Siempre luciendo bien. Es un gracioso asesino. El pueblo es como el toro: bruto e ingenuo. Se la pasa embistiendo a la nada. Jadea esperando la cruel espada sobre su lomo. En todo el territorio nacional se vive el caos, la crisis y la corrupción florece en una primavera eterna. La nación muge hondamente pidiendo soluciones. Mientras tanto, nuestros dictadorcillos criollos, como los llamaba el Libertador, se siguen vistiendo de brillantes y con gracia le hacen el quite al pueblo, esperando el momento oportuno para dar el zarpazo. Ese es el show de la política. Es sentarse en las graderías a ver un poderoso animal caer rendido ante un pequeño tirano. Lo único reparador es que a veces la bestia cornea a su enemigo hasta la muerte.

1 de septiembre de 2008

Atentado contra la in-Justicia

Otra vez las Farc atentan contra Cali. Esta vez estallaron en sus entrañas una bomba maldita. 80 kilos de explosivos que con su peso hunden a la ciudad en la tristeza y la descepción. Algunos analistas dicen que estamos viviendo la post-guerra y que la guerrilla en su afán por hacerse sentir traerá el conflicto a las ciudades. Yo creo que buscan consolarnos generando un ambiente de victoria. El problema, sin embargo, es que no hemos ganado nada. Aunque las fuerzas militares han salido victoriosas de importantes batallas, las guerras se acaban junto con el enemigo. Falta plomo por tirar y mucha sangre por correr antes de que estos bandidos dejen a un lado las armas -y el narcotráfico- para reinsertarse a la vida civíl. Hasta ahora no entiendo la razón de las Farc para atacar el palacio de justicia, o en mejores términos el palacio de la impunidad. Ese recinto atiborrado de papeles y de un atraso medieval, evidenciado en la increible lentitud para aplicar la ley, es el mejor acto terrorista contra los colombianos. ¿Será que los guerrilleros le están haciendo un favor al pueblo llamando la atención sobre el oxidado, casi obsoleto, aparato de justicia? El pum, según me han contado, se escuchó en gran parte de la ciudad. Es el despertador, como todos sus antecesores, para una sociedad sorda y somnolienta. Es un recordatorio de lo que ha sido Colombia en toda su historia y de lo que seguirá siendo si no se hacen grandes cambios: Un largo y fuerte pum.

20 de julio de 2008

La marcha de la esperanza

"Oh gloria inmarcesible, oh júbilo inmortal". Las gafas oscuras ocultaron de la muchedumbre dos goterones que se asomaron a mis ojos. Me emocioné al ver a un pueblo, que en el diario vivir es canibal, unido por un himno cantado al unísono , por el tricolor y por el desprecio a esa guerra que ha llevado sobre sus espaldas más de medio siglo. Las arengas contra las Farc y la animosidad de la gente me hicieron acordar de la marcha del 4 de febrero. Sin embargo sentí que algo había cambiado en la multitud y en mi. Las calles no olían a rabia ni a odio como en la primera manifestación. En cambio sentí un ambiente de celebración entre los presentes. Percibí fraternidad y respeto al otro. Vi a un pueblo alegre con la esperanza más viva que nunca de que pronto habrá una luz al final del tortuoso camino, una luz del color de la paz y la libertad. Descubrí el desprecio de los colombianos por la política y sus representantes. "Ojalá salieran masivamente como hoy pero a votar" pensé. No obstante entendí el sentimiento de un pueblo que ha sido pisoteado, otrora enviado a morir en batallas campales por hombrecillos de saco y corbata que desde escritorios en Bogotá jugaban al ajedrez, unos rojos otros azules, a ver quién se quedaba con la tajada más grande. Las prácticas políticas evolucionaron: ahora cada uno exprime de lo que le tocó lo más que puede generando la pobreza y consiguiente violencia que siguen matando al pueblo. Fue clara para mi entonces la razón por la que el colombiano del común no sale un domingo de su casa para votar comodamente pero si participa en largas, asoleadas y extenuantes marchas. Colombia una vez más se hizo sentir. Sus gritos llegaron hasta la húmeda selva, los interminables llanos, las imponentes montañas y los calurosos desiertos. Fue una sola voz de esperanza verdadera que había sido secuestrada por los violentos, como muchos desgraciados los están ahora, y que hoy se liberó para exigir la libertad de éstos y la paz de todos. Pd: Ahora que no vengan esos hps del noreste de Europa a decir que esta marcha también fue organizada por el "gobierno mafioso de Alvaro Uribe". ¡¡¡Brutos!!!

11 de abril de 2008

Semillero de Medios

El encuentro de medios impresos universitarios realizado en la Pontificia Universidad Javeriana entre el 9 y 10 de abril es la clara muestra del creciente interés, no sólo de las instituciones de educación superior, sino de los estudiantes por crear medios de comunicación alternativos. La idea de realizar el evento fue de los profesores Luis Ospina de la Universidad de Manizales y Jorge Manrique, director de la carrera de comunicación de la Universidad Javeriana. Éste contó con integrantes de más de 15 publicaciones del suroccidente del país y el eje cafetero que compartieron sus ideas y experiencias en el medio. El talento y esfuerzo es evidente en las publicaciones participantes, que, cada una a su manera, nos sorprendió por su innovador estilo. Así mismo, cabe anotar que, aunque son personas jóvenes quienes están a la cabeza de estos medios, sus líneas editoriales y temáticas tienen un enfoque muy social, de crítica como búsqueda del cambio. Mirada Critica entrevistó a una integrante del periódico El Giro, quien lleva dos años haciendo parte del grupo de prensa y actualmente cursa octavo semestre. Nos dijo que la publicación hace parte de un proyecto de la sala de periodismos de la Universidad Autónoma de Occidente y que se imprime una edición semestral desde el año 2004. El medio está enfocado en temas de ciudad que le interesen a un público jóven privilegiando el reportaje y la crónica. La entrevistada resaltó la intención del medio de extenderse dentro del público de jóvenes de la ciudad y de empezar a sacar ediciones trimestrales. La búsqueda de El Giro es crecer y posicionarse en la ciudad como un medio de opinión de la nueva generación. El compromiso de los estudiantes y profesores de las universidades del suroccidente colombiano han empezado a dar sus primeros frutos. Publicaciones bien hechas con periodismo responsable y serio dan fe de que una nueva etapa se avecina en el mundo mediatico nacional. Una era de verdad y justicia gestada en la academia. Felicitaciones a Jorge Manrique Grisales, a Luisa Fernanda Gaviria y a todos los que hicieron realidad este evento.

13 de marzo de 2008

Colombia ganó la contienda

La crísis multinacional producida por la incursión militar de Colombia en territorio ecuatoriano ha dado pié al surgimiento de acalorados debates. En la OEA, la convención de Río, y en los medios de comunicación la comunidad internacional y los ciudadanos pudieron escuchar los despliegues de argumentos de todas las partes. La posición de los países en conflicto frente a las FARC quedó en evidencia y deja un sabor amargo en Colombia. El principal afectado, Ecuador, se mostró muy poco solidaridad con el pueblo colombiano y escudó su posición argumentando que el territorio de una nación es inviolable. Así mismo arremetió contra la política bélica del presidente Uribe acusándolo de guerrerista, de no estar interesado en la paz de Colombia y de ser un peligro latente para la unidad en la región andina. Por su parte, el gobierno de Álvaro Uribe mostró ante la comunidad internacional el prontuario delincuencial de Raúl Reyes y de las FARC. Lamentó la notable simpatía de los gobiernos vecinos con un grupo terrorista que masacra, secuestra y viola los derechos humanos en Colombia. De igual forma hizo evidenciar la poca cooperación en las fronteras para acabar con el grupo subversivo. La ofensiva del gobierno nacional se basó en crear vínculos estrechos entre delicuentes colombianos y los otros gobiernos en conflicto. El gobierno venezolano se solidarizó con Ecuador esgrimando la idea de que Colombia es una amenaza en la región. Utilizando su lenguaje anti-imperialista justificó su inclusión en el conflicto diciendo que "El imperio quiere desestabilizar la revolución bolivariana desde Colombia". Al tiempo, la opinión pública se levantaba contra la intromisión de Chavez. Con mayor sensatéz que sus gobernante, el pueblo declaró que no estaba de acuerdo con éstos y que no aprobarían ni participarían en una eventual guerra. Adicionalmente, el presidente Daniel Ortega de Nicaragua, haciendo uso de un oportunismo baráto, aprobechó la crísis en su favor para llamar la atención internacional sobre el ilégitimo litigio que se desarrolla en la Haya por la linea territorial del meridiano. Dijo que Nicaragüa también se veían constantemente amenazada por la fuerte actitúd bélica de Colombia y que representaba una gran amenaza contra la hermandad de los países latinoaméricanos. En conclusión, una vez terminada la crísis, es obvio que el gran ganador de la contienda fué Colombia. Aunque recibió un fuerte regaño por la violación al espacio territorial ecuatoriano, infundió razonables dudas en la comunidad internacional sobre la relación entre gobiernos vecinos y las FARC. Así mismo dejó terreno abonado para que otros estados se solidaricen con el conflicto colombiano y presionen la colaboración de Venezuela y Ecuador en las fronteras. Uribe ganó el primer round.

12 de marzo de 2008

Cali: Un Pasado Dorado


A mitad del siglo pasado los caleños veían para sí mismos un futuro promisorio. En los prólogos de textos históricos escritos durante esa época se puede sentir la excitación del historiador, quien conociendo bien el pasado de la ciudad, hace predicciónes maravillosas del progreso en los años venideros. El orgullo por la ciudad es palpable en los textos de la época y la expectativa por el paso del tiempo hace ver que Cali estaba encaminada a convertirse en el centro urbano modelo de Colombia y Sur América.
A comienzos de los años 30 en la ciudad proliferaron grandes proyectos arquitectónicos. En menos de 25 años edificaciones clásicas como el antiguo batallón Pichíncha, el hotel Aristi, la plaza de toros de cañaveralejo, el hotel Alferez Real y la antigua sede del Club Colombia cambiaron el paisaje urbano de Cali. Así mismo, la conexión de la ciudad con las líneas de ferrocarril la conectaron con Panamá y de ahí con New York abriendo la pequeña urbe al mundo.
Con el pasar de los años la pujanza de la juventud elevó el nivel intelectual en la ciudad dando pié al desarrollo de la industria y el comercio. El cambio se estaba produciendo gracias a las nuevas ideas de grupos de jóvenes progresistas, educados y con sentido de ciudad. Éstas mismas personas colmaron los escenarios deportivos e impulsaron la ciudad como la capital deportiva de Colombia.
Cali era una ciudad de puertas abiertas. El desarrollo económico atrajo grandes migraciones de personas en busca de oportunidades. El trabajo abundaba y la calidad de vida en la urbe era buena. La innata hospitalidad de los pobladores hizo sentir a los nuevos habitantes como en casa, aunque muchos de ellos nunca llegaron a sentirla como suya.
El futuro aún era promisorio. Las nuevas generaciones habían traído prosperidad. El desarrollo de Cali como ciudad era impresionante. La urbe latía como el corazón de un equino que busca llegar a lo más alto de una colina. La pujante Cali se encontraba en su apogeo, que terminaría más pronto de lo esperado.

8 de marzo de 2008

Manoseando al Pueblo

La marcha del 6 de marzo por las víctimas de la violencia y en contra del paramilitarismo no tuvo la misma acogida que la del 4 de Febrero en contra de las FARC. Por las calles de las sesenta ciudades donde se realizó no se vieron multitudes ni los miles de brazos alzando pancartas, tampoco se escucharon los inapacibles gritos que llegaron hasta la selva un mes atrás. La promoción de la segunda marcha por parte de los medios de comunicación privados fue poca. No se invitó a los Colombianos a participar masivamente con la misma vehemencia que en la del cuatro de febrero. Los medios no estaban tan comprometidos esta vez con el éxito de la iniciativa, demostrando la indolencia de todo un país con las victimas, en su mayoría campesinos, de la violencia y los paramilitares. Los medios manipularon la iniciativa ajustándola de forma que no levantara ampolla. En un comienzo se había dicho que ésta sería una movilización en contra de los grupos paramilitares. Con el pasar de los días se incluyó la solidaridad por las víctimas. Pero a poco tiempo de que se realizara se olvidó aquello del rechazo a los "paras", y en los noticieros y cubrimientos especiales ni siquiera fueron nombrados. Crea incomodidad que aunque no se promocionó debidamente, su cubrimiento fue de grandes magnitudes. La tergiversación y manipulación de los medios fue asquerosamente evidente. No utilizaron su gran poder de convocatoria pero se esmeraron por mostrar una marcha desnutrida y triste, por evidenciar falsamente cierta aceptación del pueblo hacia el paramilitarismo al no salir a las calles, pues sabían que muchos no habían olvidado la idea inicial de la marcha. La movilización del 6 de marzo contrastada con la del 4 de febrero muestra, a quienes si quieren ver, la descarada forma como el pueblo no solo es manipulado, sino manoseado. Los medios de comunicación, influenciados por personajes sombríos, utilizan la información para que se ajuste a sus intereses políticos y económicos. Como dicen en el chapulín: ¿Ahora quién podrá defendernos?

4 de febrero de 2008

La Mancha Blanca

Millones de personas se volcaron a las calles de 130 ciudades del mundo vestidas de blanco con el tricolor como única bandera para decirle a las FARC: “No mas”.

Los colombianos nos unimos en un solo grito mezcla de rabia, desprecio, odio, rencor, y dolor de patria contra aquél enemigo que nos ha robado la tranquilidad a algunos, la vida y la libertad a otros: Las FARC.

Para algunas personas los motivos de la marcha fueron erróneos, polarizarían al país más de lo que ya está, provocarían a los alzados en armas, dificultarían el acuerdo humanitario, y apoyarían un tercer mandato de Uribe legitimizando la guerra y sus políticas, por lo que no participaron.

Otros sentimos que ya es suficiente y que el mundo y las FARC deben saber la posición del pueblo, no de la oligarquía como dicen ellos, de rechazo a sus actividades terroristas. Bombas, minas, secuestros, extorsiones y masacres han desangrado a la patria y torturado a los colombianos.

Sin tomar posición política varios millones de compatriotas y yo nos unimos formando la Mancha Blanca, legitimando la guerra contra terror para alcanzar la paz. Le dijimos si al exterminio de la fuerza opresora. El mensaje fue claro: ¡No queremos más de lo mismo!

25 de enero de 2008

¿Por qué reflexióno sobre los jóvenes caleños?

Al llegar a la adultez he descubierto en mí una vocación innata de observación y critica hacia mi entorno y hacia aquellas personas que están en él. Es común en mi diario vivir questionar cosas que pasan a mi alrededor y no verlas como hechos aislados e insignificantes sino entenderlos como un diagnóstico de la sociedad caleña. La ciudad de Santiago de Cali hace medio siglo era reconocida como la capital cívica y deportiva de Colombia. Las cosas han cambiado. Estamos rezagados en cuanto a desarrollo de ciudad, sentido de pertenencia de los habitantes y civismo, puntos claves en el mejoramiento de la calidad de vida. Mi intención con este blog es hacer un tejido de las ideas que consibo día a día para confeccionar un texto enfocado a los jóvenes que haga reflexionar a todo el que lo lea sobre lo determinantes que son las pequeñas acciónes hechas en masa en el futuro de una ciudad. Pero, ¿Por qué los jóvenes? Nosotros somos la nueva fuerza, la renovación y el futuro de la ciudad. Tenemos en nuestras manos el cambio y por eso somos muy importantes, por que desde hoy podemos empezar a hacer ese cambio en nuestra vida y en nuestra ciudad. Por que el futuro no es mañana sino lo que construimos hoy.

Letanía

Escribir es estirar las alas en el ancho cielo de la imaginación, encerrar pensamientos entre letras, que no vuelen libérrimos perdiéndose en el tiempo. En la angustia de tener tanto que decir, ignotos mundos para relatar fijos en las pupilas, el papel recibe la descarga tremenda de una retórica que llegó sin desaparecer. Duele el mundo en mi, en cada detalle que se pierde entre los vericuetos de la cabeza, en las ricas historias incompletas y las yermas noches de incansable ocio que en el extravío de banales ocupaciones desperdicié. Cada párrafo es un parir. Viene con sufrimiento y convulsiones de tan liviana memoria desterrante de momentos olvidados. He aquí lo que quiero contar, libre la palabra que encierra la letra, fresco el sentir que el pecho guardó.

¿Quién soy?

Estudiante de Comunicación Social y Filosofía. ricardotp@hotmail.com ---- ricohin

Para seguir. No escribo mucho