14 de noviembre de 2008

Escribo aunque no quiera

Hoy desperté extrañando a mi madre. Esta mañana ella no está ahi para mi. Me levanté mal dormido, enguayabado, con un cargo de conciencia tan pesado como el mundo. Me levanté con sueño, sin poder dormir. Sentí frío de sentirla lejos. Mis demonios otra vez me artormentan. Descubro que aún siguen ahí, en la mitad del pecho, apretando, señalando. No me dejan en paz. No me dejan dormir. Me hacen escribir. Escribo aunque no quiero. Mi cabeza da vueltas. Mi estómago es una fiesta. Tengo mucho sueño, pero no puedo dormir. Voy de un lado a otro en la cama, ocultándome de la luz, queriendo huírle a la vida. Queriendo huír de nuevo. Huír del pasado, de lo que se quedó en los recuerdos, de lo que duele. Correr de mí mismo. Alejarme de lo que sé que hice mal. Olvidar que mientras lo hacía sabía que no debía. Callar la conciencia. Señores, hoy extraño a mi mamá, pero sé que no quisiera estar con ella ahora. No podría mirarla a la cara, me enfermaría su desayuno y me molestaría su charla. Lo único que sería capaz de hacer es tomarla fuerte entre mis brazos. Lloraría amargamente.

No hay comentarios:

Letanía

Escribir es estirar las alas en el ancho cielo de la imaginación, encerrar pensamientos entre letras, que no vuelen libérrimos perdiéndose en el tiempo. En la angustia de tener tanto que decir, ignotos mundos para relatar fijos en las pupilas, el papel recibe la descarga tremenda de una retórica que llegó sin desaparecer. Duele el mundo en mi, en cada detalle que se pierde entre los vericuetos de la cabeza, en las ricas historias incompletas y las yermas noches de incansable ocio que en el extravío de banales ocupaciones desperdicié. Cada párrafo es un parir. Viene con sufrimiento y convulsiones de tan liviana memoria desterrante de momentos olvidados. He aquí lo que quiero contar, libre la palabra que encierra la letra, fresco el sentir que el pecho guardó.

¿Quién soy?

Estudiante de Comunicación Social y Filosofía. ricardotp@hotmail.com ---- ricohin

Para seguir. No escribo mucho