1 de febrero de 2009

El lugar

El lugar comparte mi identidad, es la expresión física de quién soy yo. Una maleta resalta en el lugar. Soy un migrante que, como el viento, cambio en bruscos remolinos, un río de ideas y el cementerio de muchas que ya murieron. Soy un abandonado que lleva su vida en una maleta. El lugar es el museo de una vida, la mia. Ahi, cada cosa cuenta una historia, los objetos hablan, cantan, lloran y viven en el recuerdo. Soy un pasado que no puede ser olvidado. El lugar es limpio, con tantos colores como historias han habido. Son muchas. La luz es amarilla, el color del sol, para cuando sin razón, el frio agobie en su interior. Soy un cobarde que le huyó al amor y dejó de lado el corazón. El lugar es hombre a falta de una mujer. Es tosco a falta de ternura. Triste, no ha conocido un beso. Aquí no se han escrito poemas con inspiración. El lugar soy yo, el que queda de tantas historias, de las pasiones muertas y esperanzas rotas.

Letanía

Escribir es estirar las alas en el ancho cielo de la imaginación, encerrar pensamientos entre letras, que no vuelen libérrimos perdiéndose en el tiempo. En la angustia de tener tanto que decir, ignotos mundos para relatar fijos en las pupilas, el papel recibe la descarga tremenda de una retórica que llegó sin desaparecer. Duele el mundo en mi, en cada detalle que se pierde entre los vericuetos de la cabeza, en las ricas historias incompletas y las yermas noches de incansable ocio que en el extravío de banales ocupaciones desperdicié. Cada párrafo es un parir. Viene con sufrimiento y convulsiones de tan liviana memoria desterrante de momentos olvidados. He aquí lo que quiero contar, libre la palabra que encierra la letra, fresco el sentir que el pecho guardó.

¿Quién soy?

Estudiante de Comunicación Social y Filosofía. ricardotp@hotmail.com ---- ricohin

Para seguir. No escribo mucho